28 Jul Estudio israelí hace sonar las alarmas mientras el conteo de espermatozoides en hombres occidentales se reduce a la mitad
La nueva investigación internacional dirigida por la Universidad Hebrea muestra que el cambio en los últimos 40 años ha sido «abrupto y significativo»
Muestras de investigación en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Los investigadores llaman a los resultados un «canario en una mina de carbón» con respecto a la salud en general en los países occidentales. (Captura de pantalla de YouTube)
La concentración de espermatozoides de los hombres en los países occidentales ha disminuido en más del 50% en menos de 40 años y no hay evidencia de que la disminución se esté nivelando, según un equipo de investigadores internacionales, basado en un estudio nuevo y exhaustivo.
«Dada la importancia del conteo de espermatozoides para la fertilidad masculina y la salud humana, este estudio es una llamada de atención urgente para los investigadores y las autoridades de salud en todo el mundo para investigar las causas de la fuerte caída en el conteo de espermatozoides, con el objetivo de prevención» dijo el Dr. Hagai Levine.
Levine, Jefe de Trayectoria de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública y Medicina Comunitaria Hadassah Braun de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dirigió el estudio junto con la Dra. Shanna H. Swan, profesora del Departamento de Medicina Ambiental y Salud Pública de la Escuela Icahn de Nueva York , con la asistencia de investigadores de Brasil, Dinamarca, Israel, España y Estados Unidos.
Los hallazgos tienen importantes implicaciones para la salud pública. El conteo de espermatozoides es la mejor medida para la fertilidad masculina, y los datos muestran que la proporción de la población masculina con conteos de esperma por debajo del umbral de sub-fertilidad o infertilidad está aumentando. Además, estudios recientes han demostrado que la reducción del conteo de espermatozoides también se relaciona con el aumento de las enfermedades y la mortalidad entre los hombres, por lo que la continua «alarmante» disminución señala graves riesgos para la fertilidad masculina y la salud.
El estudio también indica que la tasa de disminución entre los hombres occidentales no está disminuyendo; de hecho, el grado de aumento fue «abrupto y significativo», incluso cuando el análisis se limitó a las muestras recogidas entre 1996 y 2011. La concentración de esperma y el conteo de espermatozoides son dos parámetros utilizados para determinar la calidad del esperma en los hombres.
«Esto es una señal, como un canario en una mina de carbón», dijo Levine en una entrevista telefónica con The Times of Israel. «Además del impacto negativo de la disminución de los espermatozoides en la fertilidad, la caída es también una señal de alarma con respecto a la salud general de los seres humanos».
El estudio encontró una disminución significativa en la concentración de espermatozoides y del conteo total de espermatozoides entre los hombres de los países occidentales en los años entre 1973 y 2011, en lo que los investigadores dicen es la primera revisión sistemática y meta-análisis de las tendencias en el conteo de espermatozoides – como un estudio de estudios.
El artículo fue publicado el martes en Human Reproduction Update, una revista en los campos de la biología reproductiva, obstetricia y ginecología.
Al analizar 7,500 estudios y realizar un análisis de meta-regresión en 185 de ellos entre 1973 y 2011, los investigadores encontraron un descenso del 52,4% en la concentración de espermatozoides y una disminución del 59,3% en el total de espermatozoides, entre hombres de América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda que no fueron seleccionados basados en su estado de fertilidad.
Por el contrario, no se observó una disminución significativa en América del Sur, Asia y África, donde se han realizado muchos menos estudios.
Un problema con los hombres occidentales
Incluso si la cantidad de estudios realizados en países no occidentales es menor, todavía se puede ver que el fenómeno de la disminución del esperma es principalmente un problema occidental, dijo Levine.
El alcance de la investigación fue tan amplio y completo que Levine decidió agregar equipos a nivel mundial al estudio, que comenzó en 2013.
Levine explicó que si bien ya se publicó un importante estudio sobre el tema en 1992, sus resultados y los resultados de otros estudios que siguieron han permanecido controversiales debido a ciertas limitaciones. La investigación actual utiliza un alcance más amplio y métodos de meta-regresión más rigurosos que el estudio anterior, aborda de forma conservadora la fiabilidad de las estimaciones del estudio y controla los factores que pueden ayudar a explicar la disminución, como la edad, el tiempo de abstinencia y la selección del universo del estudio, dijeron los investigadores.
«Este estudio definitivo muestra, por primera vez, que ésta disminución es fuerte y continua», dijo Swan. El hecho de que la disminución se vea principalmente en los países occidentales, sugiere fuertemente que los factores externos como los productos químicos y el estilo de vida juegan «un papel fundamental en esta tendencia», dijo.
Aunque el estudio actual no examinó las causas de los descensos observados, el conteo de espermatozoides se ha asociado de manera plausible con influencias ambientales y de estilo de vida, incluyendo la exposición química prenatal, la exposición a pesticidas en adultos, el tabaquismo, el estrés y la obesidad.
Ilustrativo: Esperma humano (CC BY-SA 2.0 Bobjgalindo / Wikimedia)
«Hay mucho que se puede hacer», para mejorar las cosas, dijo Levine. La primera es reconocer que hay un problema global y luego invertir más fondos en la investigación.
«La fertilidad masculina no se ha investigado lo suficiente y se debe invertir más dinero en la investigación», dijo. Además, debe aplicarse una reglamentación más estricta, restringiendo o eliminando el uso de productos químicos nocivos.
Además, debido a problemas culturales, cuando las parejas tienen problemas de fertilidad, gran parte del enfoque está dirigido a las mujeres y los métodos a corto plazo se utilizan para superar los problemas, dijo. «Estos métodos a corto plazo se ocupan del problema, pero no de la fuente del problema». Y eso necesita cambiar.
Fuente: The Times of Israel
Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil