28 Jul Conoce a la comunidad circasiana de Israel que mantiene viva su herencia
Con solo 5.000 personas, los circasianos del norte del país se enorgullecen de ser tanto musulmanes sunita como israelíes.
Los israelíes circasianos mantienen viva su herencia tradicional. Foto cortesía del Centro del Patrimonio Circasiano
Hani Madaji afirma que sueña en circasiano, reza en árabe, aprende en hebreo y viaja en inglés.
Como circasiano, Madaji (50) está orgulloso de su pueblo. Después de retirarse como oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel, eligió dedicarse a enseñarles a los israelíes sobre los circasianos.
“Porque nadie sabe nada de nosotros -le contó a ISRAEL21c en Español – y la gente siempre pregunta: ‘¿Eres druso?’, ‘¿Cristiano?’, ‘¿Qué eres exactamente?’, y siempre quiero explicar la historia de mi pueblo”.
Todos los días, los turistas llegan a Kfar Kama, uno de los dos pueblos circasianos de Israel, para visitar el Centro del Patrimonio Circasiano. En el otro pueblo circasiano, Rihaniya, los turistas visitan el museo circasiano ubicado en el restaurante Nalchik.
Yosara Madaji, la madre de Hani, en su restaurante, Nalchik, donde cocina platos circasianos. Foto: Diana Bletter
Obligado a pelear
Madaji, residente de Rihaniya, se encuentra junto a modelos de tamaño natural con vestimenta tradicional al lado de muebles antiguos y artículos para el hogar mientras comparte la historia de los circasianos.
La región montañosa del Cáucaso siempre se fue considerada la frontera natural entre Europa y Asia, donde el este se encuentra con el oeste. Los circasianos eran originalmente paganos que se convirtieron al cristianismo y luego, en el siglo XV, al Islam.
Madaji reveló que las personas a menudo se sorprenden al escuchar que son musulmanes sunitas.
Hani Madaji en el Museo del Patrimonio Circasiano. Foto: Diana Bletter
Durante siglos viviendo entre Turquía y Rusia, el Mar Negro en el este y el Mar Caspio en el oeste, los circasianos se enfrentaron a invasores, incluidos los mongoles y los otomanos.
“Siempre fuimos buenos luchadores. Teníamos que serlo. Los niños vivían con sus familias solo hasta los seis años pero luego los enviaron a vivir con otra familia donde aprendieron a no ser malcriados y a pelear. Les dieron caballos para entrenar. En nuestro idioma, Adyghe, la palabra para caballo y hermano es la misma, see-shu. Así de unido estaba cada luchador con su caballo”, explicó Madaji..
Los circasianos lucharon durante cien años en una guerra que terminó en 1864 contra los invasores rusos que querían colonizar el Cáucaso. Durante esos últimos años, los rusos mataron a más de un millón de circasianos y quemaron pueblos.
Los sobrevivientes huyeron, se abrieron paso a través del Imperio Otomano y se establecieron en Turquía, Jordania e Israel en 1878.
Foto cortesía de The Circassian Heritage Center en Kfar Kama, Israel.21
En la actualidad, en Israel viven unos 5.000 circasianos.
Desde la Guerra de la Independencia en 1948, los hombres circasianos han luchado junto a Israel y existe un reclutamiento obligatorio para que sirvan en las Fuerzas de Defensa de Israel.
“Somos israelíes en todo”, dijo.
Preservar la cultura
“Somos una comunidad muy unida. No tenemos líderes espirituales, por lo que la pregunta siempre es, ¿cómo preservamos nuestra cultura? A través de lo que llamamos Adyghe Xabze, un código de conducta que determina cómo nos comportamos, que mantiene nuestra tradición y cultura”, dijo Madaji.
Hani Madaji debajo del arco que conduce a la Ciudad Vieja de Rihaniya Foto: Diana Bletter
El circasiano manifestó que los miembros de su pueblo no se casan con nadie que no sea de esa fe. “Cuando los hombres y mujeres jóvenes se conocen y comienzan a salir, deben permanecer a dos metros de distancia hasta la boda. Y luego, si una mujer joven decide cancelar la boda, incluso una hora antes, puede hacerlo. Esto preserva el honor de las mujeres”, develó.
Dado que el grupo de solteros elegibles en Israel es tan pequeño, las comunidades patrocinan lo que Madaji llama “campamento de verano”, donde varios cientos de jóvenes circasianos de Jordania, Turquía y Holanda vienen a Israel para conocerse. Madaji y otras familias locales reciben a los jóvenes adultos.
“Gracias a Internet, ahora sabemos que hay circasianos en Dubái. Antes de eso, no sabíamos de nuestra comunidad en otros lugares”, afirmó.
La ciudad de Rihaniya, en las colinas de la Alta Galilea, es tranquila y ordenada. Al frente de un grupo turístico del Instituto de Tecnología Technion de Israel a través de la ciudad hasta la mezquita en el centro de la antigua aldea, Madaji expresó: “Los circasianos aquí limpian las calles fuera de sus casas. Ser ordenado es parte de nuestra cultura”.
Vista del pueblo circasiano de Rihaniya debajo del monte Hermón en el norte de Israel. Foto: Yaakov Lederman/Flash90
Madaji explicó que en 1880, cuando 66 familias llegaron a Rihaniya, la construyeron con muros de piedra de unos seis metros de espesor con fines defensivos.
“Cuando era niño, solía jugar en esta área con los otros niños”, recordó, deteniéndose en la mezquita, que se asemeja a una casa de oración en las montañas del Cáucaso.
La esperanza de volver
Justo enfrente de la mezquita hay un nuevo refugio antibombas para los circasianos. Encima hay una exposición permanente para conmemorar el genocidio con fotografías, mapas y explicaciones.
Cada 21 de mayo, los circasianos de todo el mundo tienen su “Día de Luto” y conmemoran el genocidio de su pueblo por parte de los rusos y su exilio de su tierra natal.
La mezquita en Rihaniya construida como casa de oración en las montañas del Cáucaso. Foto: Hani Madaji
Madaji indicó que la mayoría de los circasianos todavía tienen la esperanza de regresar a su tierra. En exhibición en toda la ciudad está la bandera verde circasiana con 12 estrellas.
“Al igual que los judíos, también tenemos 12 tribus. Y hay tres flechas. ¿Por qué? Porque si fuéramos a la guerra, tendríamos muchas flechas. El tres es símbolo de que venimos en son de paz. Tres también es un número de equilibrio: una silla de tres patas no se cae”, contó.
Los circasianos lograron preservar el idioma Adyghe que, según Madaji, “no se parece a nada más. Solía estar escrito con cifras especiales que hoy en día se usan solo para marcar las diferentes tribus”.
De pie ante un cartel frente al callejón que conduce a la mezquita, Madaji señaló algunos de los símbolos. “Cada tribu tiene su propio letrero, algo así como un logotipo”, dijo.
Únicos musulmanes sunitas que estudian hebreo
El idioma circasiano usa el alfabeto cirílico pero es diferente al ruso. Los niños asisten a la escuela local hasta el décimo grado, donde aprenden hebreo, inglés, árabe y circasiano, y luego asisten a escuelas secundarias de habla hebrea en el área, “lo que nos convierte en los únicos musulmanes sunitas en el mundo que estudian en hebreo”, expresó Madaji.
Los padres les hablan en circasiano a sus hijos. Respecto a eso, Madaji dijo que esta práctica no es forzada “sino muy natural”.
La prueba de esa declaración fue hallada poco tiempo después cerca del patio de la escuela en el centro de Rihaniya.
¿En cuántos lugares del mundo se puede escuchar a niños y niñas jugando baloncesto y gritando y vitoreando en circasiano?
Más información sobre cómo visitar Rihaniya, aquí.
Más información sobre cómo visitar Kfar Kama, aquí. En Kfar Kama, el Centro del Patrimonio Circasiano llevará a cabo su Festival Circasiano anual los días 22 y 23 de julio con recorridos y espectáculos de danza tradicional.
Fuente: Israel 21C
https://es.israel21c.org/conoce-a-la-comunidad-circasiana-de-israel-que-mantiene-viva-su-herencia/