31 Ene Aquellos que financian libros de texto palestinos antisemitas deben rendir cuentas – editorial
La creciente violencia en Cisjordania demuestra que los organismos extranjeros que financian libros de texto palestinos deben exigir responsabilidades.
By Editorial del JPOST
Libros de texto que se dicen son producidos por la Autoridad Palestina que contienen sesgos antiisraelíes y antioccidentales son exhibidos en el Capitolio por la ONG Palestina Media Watch. (Foto: CHIP SOMODEVILLA/GETTY IMAGES/JTA)
La reciente ola de ataques terroristas revela hasta qué punto la educación y la propaganda han llevado a tal nivel de odio que es el principal impulsor de los ataques.
El atacante que mató horriblemente a siete personas inocentes en Neveh Ya’acov el viernes por la noche frente a una sinagoga fue identificado como un joven de 21 años de Jerusalén oriental. En el segundo ataque grave que conmocionó al país en Sabbat, un joven de 13 años – también de Jerusalén oriental – disparó e hirió a dos personas que volvían a casa de los servicios de Sabbat en las afueras de la Ciudad de David.
En ambos casos, hubo celebraciones generalizadas en las comunidades palestinas de Jerusalén, Cisjordania y Gaza. Se dispararon fuegos artificiales al cielo, en algunos lugares hubo disparos al aire y se repartieron dulces, incluso por parte de la madre del terrorista de Neveh Ya’acov, mientras los perpetradores de los actos atroces fueron anunciados como mártires y héroes.
Además del hecho alarmante de que estos jóvenes – y quién sabe cuántos como ellos – tienen acceso a las armas, el desencadenante real de la violencia en curso es el sistema educativo palestino que durante demasiado tiempo ha ayudado a inculcar este odio.
La educación palestina ayuda a inculcar este odio hacia los judíos
El tema de la incitación en los libros de texto de la Autoridad Palestina se conoce y destaca desde hace mucho tiempo. En 2017, un informe del Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se por sus siglas en inglés) reveló que las escuelas palestinas enseñaban a los estudiantes a ser mártires y demonizaban a Israel.
Fuerzas de seguridad y fuerzas de rescate israelíes en la escena de un tiroteo en Neve Yaakov, Jerusalén, 27 de enero de 2023 (Foto: OLIVIER FITOUSSI/FLASH90)
En 2020, otro informe analizó los libros de texto proporcionados por la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. Un ejemplo del extremismo incluía un libro de texto de matemáticas que tenía ejercicios como contar mártires, según los informes. En ese momento, hubo testimonios de que estos libros de texto estaban conduciendo a la radicalización.
Como resultado, el Reino Unido estaba investigando los fondos que se enviaban a la ONU y que terminan apoyando la educación palestina. En ese momento, el Reino Unido dijo que tenía un enfoque de «tolerancia cero» hacia la incitación que podría estar ocurriendo.
La terminología semántica – como llamar “mártires” a los niños y adultos que llevan a cabo ataques terroristas – inunda la sociedad palestina. En 2011, UNRWA inauguró con orgullo una escuela en Beirut. “La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA por sus siglas en inglés) y la Delegación de la Unión Europea inauguraron hoy la escuela primaria y preparatoria para niños de los Mártires de Palestina en Saida”, escribió la ONU en ese momento.
Las escuelas enseñan a los jóvenes impresionables que no hay diferencia entre el “mártir” que muere en un tiroteo con soldados israelíes y aquellos que atacan a civiles o hacen estallar autobuses. Cualquier objetivo judío o israelí se celebra por igual.
En septiembre pasado, unas 150 escuelas en Jerusalén oriental se declararon en huelga para protestar por tener que usar libros de texto israelíes, donde el martirio y el odio no serían la norma. En ese momento, padres y activistas árabes acusaron a Israel de promover su identidad en el sistema escolar local.
Israel ha estado trabajando lentamente durante años para tratar de implementar un programa educativo que reemplace el plan de estudios palestino que se enseña en las escuelas. Israel sabe muy bien que la cultura generalizada de odio contra los israelíes y los judíos dentro de la cultura palestina comienza cuando los niños son muy pequeños.
Cada país tiene sistemas educativos que pueden celebrar a los héroes nacionales. Pero la educación palestina y la sociedad en general son únicas en la forma en que celebran a quienes asesinan a civiles. Este es un sistema que reparte dulces cuando alguien asesina a niños y tienen como objetivo a personas que disfrutan después de una comida de Sabbat.
No se puede subestimar el impacto de haber sido criado durante décadas con una cosmovisión de celebrar la matanza de civiles, alentar el martirio y jurar lealtad para borrar un estado y un pueblo que son sus vecinos.
Es sorprendente que la abrumadora mayoría de los palestinos criados en este sistema nunca lleven a cabo ataques. Pero como se puede ver en las imágenes del fin de semana, el sentimiento de que un buen judío es un judío muerto no es un pensamiento marginal en la sociedad palestina.
La creciente violencia en Cisjordania demuestra que los organismos extranjeros que financian los libros de texto palestinos deben exigir responsabilidades. De lo contrario, habrá muchos más terroristas de 13 años disparando contra israelíes inocentes.
Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Jerusalem Post
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