El desinfectante dura meses, no minutos

Por Ariel Grosman


Los desinfectantes solo duran en las superficies unos minutos antes de descomponerse, pero la startup israelí Bio-Fence ha desarrollado una forma de hacer que duren semanas.
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Bacterias de carnes procesadas provocaron el peor brote de listeriosis en el mundo, en Sudáfrica en 2017, y mató a más de 200 personas.

No fue un incidente aislado. De hecho, hay 600 millones de casos de enfermedades transmitidas por los alimentos cada año.

Las empresas de alimentos trabajan incansablemente para limpiar sus instalaciones y prevenir brotes, pero los desinfectantes sobreviven en las superficies solo unos minutos antes de que se descompongan debido a la exposición y la luz ultravioleta.


Los desinfectantes duran en las superficies minutos antes de descomponerse, lo que permite que las bacterias proliferen.
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La startup israelí Bio-Fence ha desarrollado un aditivo que hace que los desinfectantes duren semanas, incluso meses.

Se puede mezclar con casi cualquier revestimiento o pintura para aplicar en paredes y pisos, por lo que cuando la superficie se higieniza con un desinfectante, previene el crecimiento de bacterias por mucho más tiempo.

En la industria alimentaria, el recubrimiento solo debe renovarse cada cinco años, dice el director general y cofundador de la empresa, Ofer Shoham. Y en el lapso de esos cinco años, los desinfectantes pueden rociarse sobre las superficies y durar semanas, en lugar de meros minutos.


Cuando los desinfectantes se rocían sobre pinturas o revestimientos mejorados con Bio-Fence, duran mucho más.
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“Nuestra tecnología crea una película o recubrimiento que puede estabilizar potentes biocidas (sustancias químicas que destruyen organismos dañinos) como el cloro y darles una capacidad duradera”, explica.

“La ventaja del cloro es que es muy seguro. Lo usamos en el agua potable y lavamos frutas y verduras con él. El único problema que tiene es que, aunque es potente, seguro y eficiente, solo permanece activo unos minutos hasta que se descompone.

“Tomamos las cosas buenas del cloro – su seguridad y la forma en que mata rápidamente cualquier microorganismo – y extendemos su actividad en las superficies”, le dijo a NoCamels.

“Entonces la superficie está protegida de re-contaminación. Cualquier bacteria que aterrice en la superficie se encuentra con una concentración de cloro y será destruida de inmediato”.

La listeriosis es fatal en el 25 por ciento de los casos, incluso cuando se trata con antibióticos, y el 90 por ciento de las personas que se infectan son hospitalizadas en la UCI.

Pueden experimentar fiebre, dolores musculares y convulsiones. Las mujeres embarazadas pueden incluso experimentar abortos espontáneos y transmitir la infección potencialmente mortal a su recién nacido.

Afecta principalmente a las plantas de producción de alimentos y, aunque otras bacterias transmitidas por los alimentos dejan de multiplicarse a temperaturas de refrigeración, continuarán, aunque lentamente.


La listeriosis es una infección grave causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria.
Cortesía de Berdasova A.S. / Wikimedia Commons

Esta no es una idea reconfortante, dado que la mayor parte de nuestra comida proviene de estas instalaciones.

Petra Bischoff, una mujer sudafricana que comía fiambres con regularidad, se infectó con listeriosis durante el brote de 2017 y estuvo en la UCI durante casi un mes.

Cuando despertó del coma, tuvo que volver a aprender a hablar, caminar y comer.

“Ser un bebé a los 69 no es fácil”, dijo a Food Safety News. “Cuando me miro en el espejo veo a una persona extraña. No conozco a esa persona”.


La fuente de la cepa del brote de listeriosis se rastreó hasta una instalación de producción de alimentos de Enterprise Foods en Polokwane, Sudáfrica.
Cortesía de Enterprise Foods

Shoham dice que el aditivo de su compañía es un químico nuevo, basado en material orgánico y sintetizado de una manera que crea la capacidad de que el cloro se una a él. El enlace es lo suficientemente fuerte como para evitar que se descomponga, pero lo suficientemente débil como para que pueda disolverse en la capa exterior de agua de las bacterias y matarlas.

En 2021, Bio-Fence puso a prueba su producto en una prueba piloto con un importante productor israelí de salchichas.

La planta de fabricación había sufrido la presencia continua de listeria en sus pisos, a pesar de los estrictos procedimientos de saneamiento hasta tres veces al día. Se detectó Listeria en el 91 por ciento de las muestras diarias del piso durante tres semanas antes de que comenzara el programa piloto.

Después de que se aplicó el revestimiento mejorado de Bio-Fence a los pisos y las partes inferiores de las paredes, el patógeno fue completamente indetectable.


Después de que se aplicó el recubrimiento mejorado de Bio-Fence a pisos y partes inferiores de las paredes, la Listeria fue completamente indetectable.
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“Queremos resolver los problemas más desafiantes”, dice Shoham, director de ventas de higiene alimentaria durante 37 años en Diversey, un proveedor estadounidense líder de detergentes y desinfectantes, antes de fundar Bio-Fence.

“Es bueno tener un producto que puede matar el 99,99 % de las bacterias en el mesón de la cocina, pero cualquiera puede hacerlo. Estamos tratando de asumir las tareas más extremas y difíciles, porque una vez que tenemos éxito allí, estamos creando un impacto”.

Bio-Fence se está expandiendo más allá de los alimentos al sector de la salud. Tiene un próximo piloto con una instalación médica líder en Israel, en el que probará un aerosol concentrado a base de agua.

 
Bio-Fence se está expandiendo más allá de la implementación de su aditivo en pinturas y revestimientos, y ahora se dedica a aerosoles.
Cortesía de Ivan Samkov / Pexels

“Las superficies de hospitales y clínicas necesitan un tipo de limpieza y saneamiento más intenso, y no son superficies rectas”, explica Lior Dudaie, vicepresidente de desarrollo comercial y marketing de Bio-Fence. “Es por eso que la aplicación necesita ser modificada”.

El personal del hospital simplemente necesitará insertar una tableta de cloro en la fórmula y rociarla sobre superficies que son fuentes altas de contaminación, como armazones de camas, anaqueles y perillas de puertas. La película estará activa durante siete días.

“Al aplicar ese recubrimiento en estas superficies, proporcionamos una actividad antimicrobiana de larga duración que destruye totalmente las bacterias y evita el crecimiento de otras bacterias”, dice Shoham.

“Lo que estamos presentando hace que el personal no tenga que hacer nada especial o diferente de lo que hace hoy”.


El personal del hospital podrá usar el aerosol de Bio-Fence para mantener activos los desinfectantes durante períodos de tiempo más prolongados.
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Shoham dice que no hay otra empresa como la suya. Y debido a que Bio-Fence no pretende lanzar un nuevo producto antimicrobiano, no necesita solicitar la aprobación regulatoria. Todo lo que está haciendo es introducir un compuesto en los productos existentes para estabilizar los desinfectantes.

“No estamos inventando ni modificando el producto actual que se ha utilizado para matar bacterias como el cloro. Lo único que hacemos es ligarlos y estabilizarlos en las superficies tratadas”.

Shoham dice que las industrias químicas y de pinturas/revestimientos, los dos sectores en los que intersecta su empresa, no han experimentado innovación en décadas. En todo caso, cada vez hay más regulaciones que restringen el uso de productos químicos debido a su uso excesivo y abusivo, lo que disminuye su eficacia contra las bacterias e impide la innovación.


Debido a que Bio-Fence no pretende lanzar un nuevo producto antimicrobiano, no necesita solicitar la aprobación regulatoria.
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Y la industria de pinturas y revestimientos también es muy conservadora – la única solución que tienen, dice, es el ion de plata, que mata las bacterias, pero se filtra de la pintura al medio ambiente, causando toxicidad en los depósitos de agua y envenenando peces y algas.

Bio-Fence aún no tiene un producto comercial, pero ha agregado su tecnología a empresas de recubrimientos y pinturas para varios proyectos para las industrias alimentarias de EE. UU., Israel y, más recientemente, Brasil.

Y si se aprueba el aerosol para la industria de la salud, lo producirán ellos mismos y se asociarán con distribuidores de la industria de la salud para venderlo a hospitales y clínicas.

Bio-Fence se fundó en 2018. Actualmente está recaudando fondos para invertir en ventas y marketing en la UE y EE. UU., y lanzar su tecnología de atención médica en hospitales de EE. UU.

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: NoCamels
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