El único lugar en el Medio Oriente donde las minorías prosperan

Aquellos que acusan a Israel de ‘limpieza étnica’ deberían buscar en otra parte de la región – especialmente en el Líbano.

Por Hussain Abdul-Hussain


Cristianos ortodoxos con cruces de madera se reúnen frente a la Iglesia del Santo Sepulcro mientras celebran el Viernes Santo en una procesión en la Vía Dolorosa en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el 26 de abril de 2019. (Thomas Coex/AFP)

Los propagandistas palestinos quieren que creas que Israel está involucrado en la “limpieza étnica” de los no judíos. Sin embargo, una mirada más cercana a la demografía demuestra lo contrario.

Con motivo del Día de Jerusalén el mes pasado, la Oficina Central de Estadísticas de Israel publicó cifras que muestran que cerca del cuarenta por ciento de los residentes de Jerusalén son árabes, un nivel que no ha cambiado desde que se realizó un censo en 1947, un año antes de la fundación del Estado.

Israel es un estado judío. Sus minorías son árabes: musulmanas, cristianas y drusas. Su número ha crecido constantemente junto con la población general del país. En áreas bajo el control de la Autoridad Palestina (AP), todos son árabes. Los musulmanes son la mayoría y los cristianos una minoría menguante que teme por su seguridad. En el vecino Líbano, cuya población es abrumadoramente árabe, los cristianos eran mayoría cuando se fundó el estado en 1920, aunque ya no. Si uno pregunta dónde prosperan las minorías en el Medio Oriente, la respuesta es Israel.

El porcentaje de cristianos que viven en áreas ahora bajo la Autoridad Palestina ha disminuido rápidamente, de 51 000 entre 435 000 en 1949 – o el 12 % – al uno por ciento en 2017.

Los cristianos ahora son minorías en las ciudades palestinas donde históricamente habían mantenido una mayoría. En Belén, se redujeron del 84 por ciento en 1922 al 28 por ciento en 2007, cuando la Autoridad Palestina llevó a cabo un censo importante. Durante el mismo período, en las ciudades de Beit Jala y Beit Sahour, en Cisjordania, los cristianos disminuyeron de 99 y 81 a 81 y 65 por ciento, respectivamente.

En 2020, cuando el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas (PCPSR por sus siglas en inglés) preguntó a los palestinos cristianos “cómo se sentían bajo la ocupación israelí”, el 70 % respondió que se sentía seguro, el 94 % dijo que podía viajar libremente y el 57 % dijo que nunca se sintió acosado al cruzar los puestos de control israelíes.

Si Israel no hace que los palestinos cristianos se sientan inseguros, ¿quién lo hace? Según PCPSR, el 87 por ciento de los cristianos estaba preocupado por un aumento de la delincuencia en el territorio de la Autoridad Palestina, el 77 por ciento temía a los grupos islamistas radicales, incluido Hamás, y el 67 por ciento de los cristianos palestinos dijeron que se sentían inquietos por una disposición de la Ley Básica Palestina que estipula que “los principios de la sariá islámica son una fuente principal de legislación”.

Es cierto que la cantidad de cristianos árabes en Israel ha disminuido, pero solo en un punto porcentual, del 2,9 por ciento en 1949 al 1,9 por ciento en 2021. Curiosamente, la disminución en la cantidad de cristianos refleja la de la mayoría judía. Ambas comunidades se han visto superadas por el rápido aumento del número de musulmanes. Por lo tanto, mientras crecía la población de judíos y cristianos israelíes, su porcentaje se reducía.

Los cristianos de Medio Oriente no han estado desapareciendo solo de las ciudades palestinas. Al norte, en el vecino Líbano, el porcentaje de cristianos desde 1932 se ha reducido en casi 20 puntos porcentuales, del 53 al 34 por ciento. Aunque el Líbano no ha realizado ningún censo desde que los franceses realizaron uno en 1932, las listas de votantes elegibles (mayores de 21 años) se actualizan de forma periódica y automática. Y dado que los escaños del parlamento se asignan según líneas sectarias, la religión de los candidatos y votantes se marca en las listas y en la identificación de votantes.

La población libanesa ha crecido sustancialmente desde 1932, de 790.000 a aproximadamente cinco millones. Pero el tamaño relativo de los diferentes grupos ha cambiado drásticamente.

Desde 1932, los libaneses sunitas y chiitas han aumentado del 22 y 19,5 al 29,7 y 29,1por ciento, respectivamente, a medida que el porcentaje de cristianos ha disminuido.

Esta tendencia a largo plazo sigue siendo visible incluso si uno se enfoca en datos más recientes. Desde 1992, cuando el fin de la guerra civil libanesa permitió celebrar sus primeras elecciones después de un paréntesis de 20 años, las listas de votantes muestran que la población sunita está creciendo a un ritmo más rápido que la chiita. Desde entonces, el porcentaje de cristianos y drusos ha seguido disminuyendo.

Los drusos, que alguna vez gobernaron el Líbano entre los siglos XVI y XIX, vieron disminuir su participación en la población del 6,7 por ciento en 1932 al 5,5 por ciento en la actualidad. Mientras tanto, sus correligionarios en Israel disfrutaron de un aumento de diez veces en su número entre 1949 y hoy, por lo que el tamaño de la comunidad drusa se mantuvo al ritmo del crecimiento de la población general del estado judío. Su participación en la población se ha mantenido constante en 1,6 por ciento desde 1949.

 Una minoría libanesa casi ha desaparecido: los judíos. Los judíos del Líbano sumaban unos 3.600 en 1932, o el 0,5 por ciento de la población. Hoy, se ubican oficialmente en 0,11 por ciento, o 4.000 en total, según las listas de votantes. Pero esas cifras son una ficción burocrática. Los esfuerzos para localizar judíos libaneses reales han arrojado menos de treinta. Muchos de los judíos que supuestamente viven en el Líbano tienen más de 100 años según las listas de votantes. El problema es que el Líbano depende de las familias y las comunidades religiosas para informar sobre la muerte de una persona. Pero casi no quedan judíos en el Líbano para informar de tales muertes, creando así una ilusión de inmortalidad.

Si los judíos del Líbano hubieran crecido demográficamente al mismo ritmo que los chiitas, hoy serían unos 35.000. Pero en Líbano, los judíos no han sido bienvenidos desde el nacimiento de Israel en 1948.

Por el contrario, Israel hoy es el único país del Medio Oriente que otorga los mismos derechos a musulmanes, cristianos y drusos. Y aunque el sistema está lejos de ser perfecto, el número de estas minorías refleja una realidad alentadora. La demografía de Israel se mantiene estable. No hay más que decir sobre la «limpieza étnica» u otras formas de discriminación sistémica.

 SOBRE EL AUTOR

Hussain Abdul-Hussain es investigador de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), una organización no partidista centrada en la seguridad nacional y la política exterior.

 

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: The Times of Israel
https://blogs.timesofisrael.com/the-one-place-in-the-middle-east-where-minorities-are-thriving/



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