26 Oct Mientras se demore la invasión terrestre israelí a Gaza, se intensifican los esfuerzos para liberar a los rehenes

Las negociaciones de Catar se centran en llevar a casa a mujeres, niños y ancianos mantenidos como rehenes, así como en otras demandas como la introducción de combustible en Gaza. Mientras la guerra continúa, Israel enfrentará el próximo desafío de los túneles subterráneos de Gaza y la creciente tensión en el norte.

Por Amos Harel

Una unidad móvil de artillería israelí dispara un proyectil desde el sur de Israel hacia la Franja de Gaza, en una posición cerca de la frontera entre Israel y Gaza, el miércoles. Foto: Tsafrir Abayov /AP

El período de espera en la Franja de Gaza se está prolongando y se caracteriza por continuos intensos ataques aéreos junto con mayores esfuerzos para obtener la liberación de más rehenes antes de que comience la operación terrestre israelí.

El primer ministro catarí, jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, expresó el miércoles su esperanza de un avance inminente hacia ese fin. Israel se aseguró de agradecer a Catar por sus esfuerzos, después de agradecer sólo a Egipto por la liberación el lunes de dos rehenes adicionales, elevando el total a cuatro.

Todo esto requiere tomar pastillas contra las náuseas. Los vínculos entre Catar y Hamás son muy profundos, y Catar todavía recibe a los dirigentes políticos de la organización – un socio pleno en los actos terroristas – en hoteles de lujo en Doha. Por otro lado, Israel no tiene muchas opciones en este momento si quiere rescatar a más rehenes.

La ventana de tiempo es bastante pequeña y se espera que sea seguida por la operación terrestre. El Wall Street Journal informó el miércoles que Israel acordó retrasar el inicio de la operación para permitir que Estados Unidos despliegue sistemas de defensa aérea adicionales en sus bases militares en todo el Medio Oriente.

Fotos de los asesinados, secuestrados y desaparecidos en la Universidad de Tel Aviv, la semana pasada. Israel agradeció a Catar por sus esfuerzos para liberar a los rehenes que hasta ahora han sido liberados. Foto: Tomer Appelbaum

Israel intenta, en declaraciones públicas, torpedear la problemática propuesta según la cual sólo se liberará rehenes con ciudadanía extranjera o con doble ciudadanía. Parece que la discusión ahora gira principalmente en torno a la liberación de mujeres, niños y personas mayores – aún no está claro cuántos – pero no de hombres más jóvenes ni de soldados. Israel tiene retenidos a más de 100 mujeres y niños palestinos que fueron detenidos o arrestados por delitos de seguridad, así como a prisioneros ancianos y enfermos. No hay asesinos de israelíes en este grupo.

Otro componente de las negociaciones se refiere a posibles medidas en la propia Franja. Los medios de comunicación árabes han presentado diversas demandas de Hamás, entre ellas un alto al fuego de unas horas, la ampliación del corredor para el tráfico humanitario en el sur de la Franja y un aumento del suministro de agua, alimentos y combustible desde Egipto. Después de la liberación de cuatro rehenes – dos el viernes y dos el lunes – Israel permitió la entrada de camiones al territorio a través del cruce de Rafah.

Israel insiste, sin embargo, en prohibir las entregas de combustible a la Franja. Este es un punto crítico en la discusión. Israel dice que cualquier combustible entregado para las necesidades de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de la ONU será requisado por Hamás, como ocurrió en el pasado. Organismos internacionales advierten que sin combustible la electricidad se acabará y los hospitales se verán gravemente afectados. Israel afirma que Hamás necesita el combustible para suministrar energía, iluminación y ventilación a sus túneles. Su ausencia podría obligar a algunos miembros de Hamás a salir a la superficie, lo que posiblemente aumentaría las posibilidades de que Israel los ataque.

Mientras tanto, como es habitual aquí, se desarrolla una desagradable discusión personal en torno a la cuestión de quién es responsable de manejar a los cautivos y desaparecidos. El primer ministro Benjamín Netanyahu ignoró todas las advertencias y nombró al general de brigada (res.) Gal Hirsch, miembro del Likud que logró causar revuelo con cada una de sus medidas en los últimos 10 días.

Humo elevándose en el cielo de la Franja de Gaza el miércoles. Foto: Ronaldo Schemidt/AFP

Las críticas públicas van en aumento y algunas familias de los rehenes exigen que sea sustituido por una persona más experimentada y adecuada, el ex director del Mossad, Yossi Cohen. Netanyahu se muestra reacio a hacer el cambio, posiblemente en parte porque ve a Cohen como un candidato potencial para sucederlo. Desafortunadamente, y como es habitual, esto también forma parte del caótico panorama de guerra del lado israelí.

Netanyahu pronunció otro discurso a la nación el miércoles por la noche. Se anunció con poca antelación, posiblemente porque coincidió con una encuesta pública realizada por uno de los periódicos sobre el desempeño del gobierno en la guerra. En su discurso, Netanyahu se abstuvo, como de costumbre, de aceptar la más mínima responsabilidad por el fracaso. Esto no impidió que los analistas de Noticias del Canal 12 elogiaran al primer ministro, quien “hasta la fecha es el que más cerca ha estado” a admitir un error. Hasta ahora, la televisora ha sobresalido en su cobertura de la guerra, pero lo que ocurrió en el estudio el miércoles por la noche – excluyendo los intentos de corrección de Yonit Levi – es imperdonable.

‘Convivencia’ en los túneles

La cuestión de los túneles será crítica más adelante en la guerra. Yocheved Lifshitz, una de las rehenes liberadas el lunes, dijo que fue retenida separada de algunos de los secuestrados, en una especie de sala dentro del sistema de túneles. Éste es el mismo entorno en el que se esconde un número significativo de terroristas de Hamás, y presumiblemente también sus dirigentes. Cualquier movimiento ofensivo israelí, desde el aire o desde tierra, tendrá que dedicar tiempo y esfuerzo considerables a atacar los túneles, los terroristas y el material que se encuentran dentro de ellos.

Las FDI en la frontera libanesa, el miércoles. La mejora de los preparativos defensivos de las FDI frustró muchos ataques. Foto: Fadi Amón

Las Fuerzas de Defensa de Israel han estado ocupándose de los túneles en Gaza, en su mayoría sin éxito, desde principios de la década de 2000. Durante la guerra de 2014 en la Franja, quedó claro que Hamás había cavado en secreto casi 30 túneles ofensivos en la zona fronteriza. Durante los 51 días que duró la operación, se hicieron esfuerzos frenéticos para desarrollar métodos para localizar y destruir túneles. Los resultados fueron mediocres.

Después de esa guerra se construyó la barrera subterránea. Presumiblemente ayudó a impedir la excavación de túneles ofensivos adicionales, pero la valla aérea fue rota catastróficamente en el ataque de Hamás del 7 de octubre. La dificultad esta vez se refiere al extenso sistema de túneles defensivos excavados por Hamás, que según los informes se extiende a lo largo de cientos de kilómetros, decenas de metros bajo tierra. Durante la guerra de 2021 en la Franja, las FDI desperdiciaron una carta estratégica al utilizar la Operación Rayo, que tenía como objetivo atacar a miles de terroristas bajo tierra en túneles específicos, pero que resultó en la muerte de solo unos pocos miembros de Hamás.

Las FDI no han hecho públicos sus inventos posteriores. No actualiza lo que ha podido desarrollar desde entonces. Es probable que los militares utilicen una combinación de soluciones técnicas puntuales operadas por fuerzas terrestres y medios de guerra aérea. Por ahora está claro que el sistema de mando de Hamás sigue relativamente activo. La prueba está en la preservación de la disciplina y la planificación en su gestión del lanzamiento de cohetes: Hamás dispara cohetes rara vez, espera la invasión terrestre y centra sus esfuerzos en bombardeos programados contra el centro de Israel, con énfasis en Tel Aviv y el Aeropuerto Internacional Ben-Gurión. (El miércoles al mediodía se dispararon dos cohetes, uno contra Eilat y otro contra el Carmelo).

El efecto práctico del lanzamiento de cohetes desde Gaza es pequeño por el momento, pero es un recordatorio psicológico de que todavía hay una guerra, incluso si el Comando del Frente Interno ha ordenado una transición a una “rutina de emergencia” en el centro del país.

Las FDI y el servicio de seguridad Shin Bet anuncian diariamente el asesinato de miembros clave de Hamás, pero normalmente no son personal de alto nivel. Al comienzo de la guerra, varios miembros del buró político de Hamás y un alto comandante militar, Ayman Nofal, fueron asesinados en Gaza. Se puede suponer que sus colegas en el liderazgo – Yahya Sinwar, Mohammad Deif y Marwan Issa – están siendo aún más cuidadosos ahora.

En el ámbito internacional, Israel está acogiendo un puente aéreo de líderes occidentales. No todos están de acuerdo con los mensajes inequívocos de apoyo activo del presidente estadounidense Joe Biden. El presidente francés, Emmanuel Macron, propuso el martes incluir la guerra contra Hamás entre los objetivos de la coalición internacional contra ISIS. Es difícil imaginar que esto suceda cuando los Estados árabes musulmanes suníes no toman decisiones, esperando los resultados de los combates en Gaza y temiendo que se extienda a ellos.

Los más asustados a este respecto son Egipto y Jordania. El Cairo reconoce que en el momento en que Israel cerró los suministro el 8 de octubre (y presumiblemente los mantendrá cerrados), la papa caliente de Gaza aterrizó parcialmente en sus manos. Ammán teme disturbios por parte de su mayoría palestina que podrían socavar al gobierno e incluso el tratado de paz de 1994 con Israel. Arabia Saudita se conforma con condenas relativamente moderadas de los bombardeos israelíes y mantiene contacto continuo con la administración estadounidense, e incluso se informó que participó en la interceptación de uno de los misiles disparados desde Yemen contra Israel.

Antonio Guterres en el Consejo de Seguridad de la ONU, el martes. Foto: Seth Wenig/AP

No es que hubiera muchas expectativas, pero las Naciones Unidas siguen siendo la misma organización antiisraelí incluso cuando se masacra a niños israelíes. El Secretario General Antonio Guterres consideró necesario introducir un “contexto” a la masacre cometida por Hamás, y luego se vio obligado a avergonzarse.

En contra de esta cobardía moral y del debate desquiciado en las universidades de élite de Estados Unidos están los hechos: la grabación del terrorista de Gaza alardeando ante su madre de haber matado a 10 israelíes en el Kibutz Mefalsim y enviando a su padre fotografías de los cuerpos y la nota, revelada por las FDI el miércoles, encontrada en el cuerpo de un terrorista que pedía a los miembros de Hamás decapitar y extraer los corazones y los hígados de sus víctimas judías. Algunos de ellos, al parecer, tomaron las órdenes literalmente.

Los hijos de Hezbolá

Durante los largos días de espera, las mejoras en los arreglos defensivos de las FDI han frustrado muchos ataques. Esto es evidente en las fricciones con Hezbolá, que incluyen varios ataques desde la frontera libanesa cada día. Después de los ataques con misiles antitanques en los primeros días de la guerra, las FDI atacaron numerosas células de Hezbolá antes o inmediatamente después de que dispararan misiles. Decenas de miembros de la organización murieron, junto con combatientes palestinos.

El líder de Hezbolá en el Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, con altos funcionarios de Hamás y la Yihad Islámica. Foto: Oficina de Medios de Hezbolá/Reuters

Los resultados permiten a las FDI dejar claro a Hezbolá que también aquí se ha desarrollado y mejorado el conocimiento operativo en los últimos años, y que esto se implementará a mayor escala si estalla la guerra en el norte. El problema es que el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, formuló durante este período lo que él llama una estrategia de disuasión contra Israel. Desde su punto de vista, a consecuencia de las pérdidas la organización se encuentra ahora en un déficit que le gustaría reducir. Esta cuestión se volverá más crítica cuando Israel organice una operación terrestre en la Franja de Gaza.

Hezbolá emitió un comunicado informando de la reunión de Nasrallah con altos funcionarios de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina en Beirut el martes. Parece que los palestinos vinieron a rogarle una participación más directa de Hezbolá en la guerra. Nasrallah, que ha evitado hablar públicamente desde que comenzó la guerra en Gaza, publicó una carta anunciando que cada libanés que muera en enfrentamientos con las FDI sería reconocido como “mártir en la batalla por Jerusalén”. Las aldeas musulmanas chiitas de todo el Líbano están enterrando a sus muertos en cantidades que Hezbolá no había experimentado desde que disminuyó la guerra civil siria en 2018.

Al-Manar, la estación de televisión afiliada a la organización chiita, se hace eco de la afirmación de que Biden no ha prometido intervenir activamente en la guerra en nombre de Israel en caso de que Hezbolá ataque. En sus informes, Al-Manar dice que los estadounidenses todavía no se atreven a entrar en combate después de haber perdido en el ataque de octubre de 1983 contra los marines desplegados en Beirut después de la primera guerra del Líbano.

Esto parece ser una especie de guerra psicológica empleada por Hezbolá, principalmente contra sí mismo. De hecho, la coordinación entre Estados Unidos e Israel es más estrecha que nunca. La advertencia de Biden a Irán y Hezbolá no fue en vano, y parece que la organización cometerá un error si se lanza de cabeza a la guerra. El comandante del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, general Eric Smith, dijo el lunes que cualquiera que apunte a los 2.000 marines que serán desplegados en la región por orden del presidente debe saber que “alguien más criará a sus hijos”.

Traducción: Consulado General H. de Israel en Guayaquil
Fuente: Haaretz
https://www.haaretz.com/israel-news/2023-10-26/ty-article/.premium/as-clock-ticks-for-hostages-israel-dependent-on-hamas-ally-qatar/0000018b-6886-db57-a7cb-e89fc4e00000?utm_source=App_Share&utm_medium=iOS_Native