Un museo suizo retirará obras de arte presuntamente robadas a propietarios judíos

El museo Kuntshaus, con sede en Zúrich, retirará de su colección cinco piezas de arte distintas, dada la «sospecha razonable» de que fueron piezas robadas por los nazis a sus dueños judíos.

Más de dos años después de que estallara una importante controversia, el principal museo de arte de Zúrich, el Kunsthaus, ha decidido retirar cinco pinturas de una prestigiosa exposición. Esta decisión sigue a las crecientes sospechas de que estas obras de arte fueron robadas por los nazis a sus propietarios judíos originales. La retirada de las pinturas permitirá ahora una investigación exhaustiva de sus orígenes. Las obras de arte incluyen piezas de artistas de renombre como Claude Monet y Vincent van Gogh.

Hace unos años habían surgido serias dudas sobre el origen de las pinturas de la extensa y estimada Colección Emil Bührle. Bührle, un ciudadano suizo nacido en Alemania, hizo su fortuna como traficante de armas durante la Segunda Guerra Mundial vendiendo armas a los nazis. La reciente decisión de retirar algunas pinturas sigue las nuevas pautas sobre el manejo de muchas obras de arte que aún no han sido devueltas a los descendientes de sus propietarios originales, quienes se vieron obligados a venderlas a los nazis o se las robaron.


Museo Kunsthaus.
(Shutterstock)

Las cinco obras de arte analizadas son El jardín del artista en Giverny, de Claude Monet: Retrato del escultor Louis-Joseph, de Gustave Courbet; Retrato de Georges-Henri Manuel, de Henri de Toulouse-Lautrec; La torre vieja, de Vincent van Gogh, y El camino de escalada, de Paul Gauguin.

La junta directiva de la Fundación de la Colección Emil Bührle declaró: «Estamos comprometidos a encontrar una solución justa para estas obras con los herederos legales de los propietarios originales». Una sexta obra de arte de Édouard Manet también está siendo investigada por la fundación.

«A la luz de las circunstancias históricas que rodean la venta de esta obra de arte específica, La Sultane, la fundación está dispuesta a ofrecer una compensación financiera a los herederos de Max Silberberg en relación con el trágico destino del propietario original», informó la fundación. Silberberg era un industrial judío-alemán que poseía una importante colección de arte, que se vio obligado a transferir a los nazis. Los nazis vendieron las obras de arte de la colección en subastas. Silberberg fue asesinado más tarde en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau durante el Holocausto.

El periódico suizo Neue Zürcher Zeitung señaló que hubo un amplio debate en torno de Silberberg y si los nazis realmente lo obligaron a vender esta obra de Manet o si lo hizo voluntariamente por razones económicas.

A principios de este año, más de 20 países, incluida Suiza, acordaron nuevas directrices del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre el manejo adecuado del arte robado por los nazis. Estos nuevos principios son cruciales para las familias que actualmente intentan localizar y reclamar obras de arte robadas por el régimen nazi, ya que, según la legislación suiza actual, no existe la posibilidad de reclamar una indemnización o la devolución de las obras de arte de la vasta colección de Bührle debido a que el delito habría prescripto.

Stuart Eizenstat, asesor especial del secretario de Estado de Estados Unidos en asuntos relacionados con el Holocausto, dijo hace dos meses, después de la publicación del nuevo documento de principios, que estima que «alrededor de 100.000 de 600.000 pinturas, y muchos más de millones de libros, manuscritos, obras y artículos de importancia religiosa y cultural, nunca fueron devueltos».


Emil Bührle. (Fundación Colección Emil Bührle)

En el momento de la muerte de Bührle en 1956, había acumulado más de 600 obras de arte para su colección. Una gran parte de ellas está gestionada por la fundación que lleva su nombre y se exhibe en el Museo de Arte de Zúrich desde hace varios años en virtud de un contrato de préstamo de 20 años. El resto de las obras de la colección están colgadas en las casas de sus descendientes.

En octubre de 2021, el Museo de Arte de Zúrich decidió abrir una nueva ala con una amplia exposición de obras de la colección de Bührle. Esto provocó un debate público y críticas sobre la exposición y la forma en que Suiza debería manejar las obras de arte sospechosas de haber sido robadas.

Si bien la Fundación Bührle y el museo insisten en que ninguna de las obras fue robada a sus propietarios originales durante el Holocausto, varios historiadores argumentaron que los orígenes de las pinturas siguen sin estar claros y requieren una investigación exhaustiva, ya que existe una sospecha razonable de que algunas de las obras pertenecían a familias judías y coleccionistas de arte.

 

Fuente: Ynet Español



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